Haciendo nuestro el derecho a aprender a lo largo de la vida

La captatio benevolentiae es un recurso retórico que viene de lejos y consiste en predisponer favorablemente al público para que este no sea excesivamente severo en sus juicios y sepa disculpar los errores que pudieran cometerse. Recurrir a él en relación con el I Congreso Estatal de Educación de Personas Adultas sería fácil, pero ¿cómo si no explicar que este evento surge desde abajo, con 0 euros de presupuesto y sin la colaboración directa de las administraciones educativas? Siendo esto así, también sería de justicia decir que el congreso que se celebrará el 23 de enero de 2021 será posible gracias a la ilusión de un equipo impulsor (el germen de @fadultos) y gracias, sobre todo, a la colaboración de una comunidad docente entregada. Y eso dice mucho de la Educación de Personas Adultas y de los profesionales que en ella trabajan.

Los números hablan por sí solos: 700 personas inscritas, 13 ponentes, 48 experiencias educativas y 16 moderadores/as. Esta acogida tan extraordinaria no es una consecuencia de nada, es más bien el síntoma del momento transformador que la EPA está viviendo (de manera análoga a aquellos años del tardofranquismo y de los ochenta del siglo pasado). No nos parece exagerado afirmar que la EPA necesitaba un acontecimiento así para reivindicarse (lejos del victimismo), para encontrarse (y conjurar las dinámicas atomizadoras que el capitalismo nos impone) y para compartir (desde la horizontalidad y hacia el bien común).

La necesidad de encontrarse viene también del momento histórico que vivimos, justo en mitad de una pandemia. Venimos de un confinamiento que afectó a toda la sociedad y, obviamente, al sistema educativo. La EPA se resintió entonces mostrando las flaquezas de un corpus social vulnerable (especialmente doloroso en el caso de las personas mayores), precario (sumando la precarización de la crisis de 2008 a una nueva crisis, ahora sanitaria) y en el que confluían otros vectores de desigualdad tales como el género o el origen. Todas las brechas convergieron entonces y lo siguen haciendo en estos momentos, ahora con el curso ya iniciado. Pero la EPA mostró también entonces su mejor cara: esta etapa educativa se ha caracterizado por salir siempre al rescate de quienes más lo necesitaban y ahora lo ha vuelto a demostrar.

Este congreso viene también a plasmar el deseo manifestado ampliamente por muchos docentes de la Educación de Personas Adultas y que se concreta en la necesidad de tejer redes (locales, comarcales, provinciales, autonómicas, estatales, transnacionales). Bien es cierto que en algunos casos esas redes ya existen y funcionan francamente bien. Junto a ellas, este congreso viene a sumar (y no a dividir): la tarea tan inmensa que es hacer efectivo el derecho al aprendizaje a lo largo de la vida para todas las personas nos necesita a todas/os. En ese empeño, desde @fadultos queremos aportar algunas de nuestras señas de identidad: nuestra voluntad integradora (contando y dando voz al vasto ecosistema del aprendizaje a lo largo de la vida); nuestro compromiso con las personas, especialmente con las más vulnerables (para satisfacer las necesidades formativas de la población adulta); y nuestra visión transformadora (de vidas y entornos) hacia una sociedad más justa y cohesionada.

Estas son nuestras credenciales y estos son los mimbres con los que estamos creando este congreso. En este punto volvemos al principio del texto: vayan por delante las disculpas por los posibles errores, omisiones o contradicciones en los que podamos incurrir. Tengamos eso en cuenta, pero no olvidemos tampoco la inmensa alegría que este congreso nos genera a muchas/os. A un mes y poco más de encontrarnos, aquí estamos: expectantes, ilusionadas, ávidas de querer saber y compartir, haciendo nuestro el derecho a aprender a lo largo de la vida.

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